jueves, 14 de junio de 2007

El primer sueño de Kurosawa

Analizando, con mis alumnos de conversación en Kyoto Gaidai, el primer sueño de Akira Kurosawa, me llamaron la atención tres comentarios que indican la multiplicidad de sentidos de esta gran película.
Recordemos que en la primera historia, traducida al español como “El sol bajo la lluvia” o “Llueve y brilla el sol” (estamos en “lost in traslation”, pues en japonés tiene el nombre de Konna yume o mita, “Tuve un sueño como éste”), una madre advierte a su hijo que no puede ir al bosque, porque al llover con sol se realiza la marcha nupcial de los zorros. El niño no obedece y mira el cortejo matrimonial siendo sorprendido por los zorros. Al escapar a casa la madre no le deja entrar y le dice que ha cometido una falta, por lo tanto, debe ir a pedir perdón a los zorros o si no suicidarse con una daga. Finalmente, el niño emprende el camino en busca de los zorros que viven debajo del arco iris.
Aunque varios estudiantes coincidían en la belleza visual de las imágenes, en el contenido o mensaje discrepaban bastante; una alumna, por ejemplo, opinó que la madre fue muy cruel y era culpable de la muerte del niño; otra joven dijo que en realidad el niño era puro de espíritu, de corazón bondadoso y que por poseer esa inocencia sólo a él se le podían aparecer los dioses y, por último, un joven dio una interpretación más sociológica al decir que antiguamente a las persona que se expulsaban de la ciudad hacia los bosques o montañas se le llamaban zorros, serpientes u otros tipos de animales. Lo que me impulsa en el futuro a investigar esta interpretación de veta social.Lo que importa para la interpretación del primer sueño de Kurosawa es que Kitsune en japonés significa zorro. En el folklore nipón, tradicionalmente la palabra se emplea para nombrar al espíritu del bosque con forma de zorro. Según la mitología japonesa, son seres inteligentes que poseen habilidades mágicas y que incrementan con el paso de la edad y su adquisición de conocimientos. También son protectores de los bosques y las aldeas.
Entre sus poderes más sobresalientes se encuentra la capacidad de adoptar la forma humana, similar a la de una mujer joven. En algunos cuentos tradicionales, el kitsune es un ser que aprovecha su metamorfosis para hacer travesuras con las personas. Otras historias colocan al kitsune como guardianes fieles, amigas, amantes y esposas.
Los zorros y los humanos vivían en armonía en el Antiguo Japón; este compañerismo fue causante de las leyendas acerca de los zorros. Además, el kitsune está estrechamente asociado como mensajero y sirviente del dios Shinto (kami) inari, dios de la fertilidad, de la agricultura, del arroz y de los zorros. Con este rol, el poder sobrenatural de los zorros adquiere mayor fuerza, en Fushimi Inari se encuentra el templo del dios zorro. Otras historias muestran a los kitsune casándose con otro. Cuando llueve con un cielo despejado, es llamado a veces kitsune no yomeiri o "la boda del kitsune", en referencia a una leyenda que describía una boda entre estas criaturas y que ocurrió durante dicha lluvia. El evento es considerado un buen augurio, pero los kitsune obtendrán venganza de cualquiera que no fuera invitado o sorprendido observándolos.
Esta tradición antigua o creencia de que cuando llueve con sol en los bosques aparecen los dioses y que está prohibido mirarlos es la que recoge el niño/Kurosawa cuando se encuentra en el bosque con un extraño séquito de espíritus de unos zorros.
La transgresión a esta ley es lo que ocasiona la falta y por lo tanto debe ser reparada. El final abierto que plantea Kurosawa nos conduce a varias interpretaciones. En nuestra tradición occidental existe la leyenda de que un tesoro está escondido debajo del arco iris, pero este tesoro es inalcanzable y nunca se encuentra. Entonces el niño no puede salvarse, pues el arco iris siempre se escapa y la casa de los zorros no estará a su alcance. Es un final que lleva al espectador a una profunda reflexión sobre la muerte; tema que actúa como telón de fondo en la mayoría de sueños de la película y que era una de las constantes en el cine de Kurosawa, especialmente en sus últimas obras.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bella historia de zorros has contado acá. Me gustó mucho la interpretación del final y de cómo siempre estamos persiguiendo el arco iris.

Clau dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Querido Milton:

Leer tu escritura, ya sea sobre textos literarios o cinematográficos es como escuchar tu voz, compartir un traguito bien entrada la noche y dialogar contigo.¡Gracias por este diálogo virtual! - Danilo me conseguirá la plícula-.

Tama dijo...

Es una muy buena e interesante interpretación sobre ese final. Muchas gracias por compartir